LAS TRECE ROSAS
LAS TRECE
ROSAS
El Proyecto de las Trece Rosas está diseñado y coordinado por la artista visual Pilar Catalán
Las Trece Rosas en el siglo XXI
El 5 de Agosto de 1939 Trece Mujeres fueron fusiladas por defender la libertad y la legitimidad de la Républica española
(….) Las Trece Rosas, así os llamaron por una poética negra que os llevó a lo más
oscuro de las tapias del cementerio de La Almudena de donde nunca más
despertasteis. (…) Desde los valores opuestos a los que os borraron de la vida,
queremos poner en el recuerdo, humanidad, sensibilidad, amor y memoria, aquella
que fue borrada durante cuarenta años, aquella que fue silenciada por las armas
y la incultura. (Fragmento de la “Carta desde el siglo XXI a las Trece Rosas”,
de Gabriela Sierra Cibiriain
Han pasado a la historia con el nombre de las "Trece Rosas", ellas fueron: Carmen Barrero Aguado, "Marina", (20 años), Martina Barroso García (24 años), Blanca Brisac Vázquez (29 años), Pilar Bueno Ibañez (27 años), Julia Conesa Conesa (19 años), Adelina García Casillas,"La Mulata" (19 años), Elena Gil Olaya (20 años), Virtudes Gonzalez García (18 años), Ana López Gallego (21 años), Joaquina López Laffite (23 años), Dionisia Manzabero Sala (20 años), Victoria Muñoz García (18 años) y Luisa Rodríguez de la Fuente.
En la
sentencia del 3 de agosto de 1939 se les acusa de reorganizar las Juventudes Socialistas Unificadas, unión
de las Juventudes del Partido Comunista de España y del Partido Socialista,
para cometer actos delictivos contra el
orden social y jurídico de la “Nueva España”.
Carmen Castro la directora de la prisión de la cárcel de Ventas no cursó a Franco la petición de indulto hasta después de la ejecución de las Trece mujeres, el dictador estampó el clásico "enterado" por respuesta.
No ha sido fácil romper el pacto del "Silencio" que ha imperado en nuestro país durante demasiado tiempo, incluyendo el período de la transición democrática española, en aras a poder mantener una paz y una convivencia entre los español@s, pero que sepultó e ignoró a muchas victimas, mujeres y hombres que dieron la vida por intentar hacer un mundo más justo y solidario.
Se puede reconstruir la historia, visionarla desde otra perspectiva mediante el legado de las protagonistas con sus relatos y sus hechos, con los testimonios directos de sus familiares, amig@s y compañeras de celda, que nos descubre otros escenarios con los que poder desenmascarar y arbitrar lo presentado por lo más oficialista.
La honestidad, coraje y fortaleza de estas mujeres ante la vida y la muerte es la representación de lo mejor del ser humano que llega a un punto dramático y heroico cuándo horas antes de que un pelotón de fusilamiento sesgase sus vidas un 5 de agosto de 1939, delante de una tapia del Cementerio de la Almudena de Madrid, escriben su "testamento vital" en las cartas de despedida a sus seres queridos. Este legado es el guardián de sus creencias, de sus ideas de su integridad, como dice el periodista Anton Castro en su telegrama "Creían en la libertad, en un país nuevo, en la Cultura".
Para luchar contra el "Olvido Pertinaz al que se refiere Enma Sopeña en su telegrama, queremos recordarlas, recuperar su memoria, honrarlas y recoger sus deseos de justicia histórica una vez que desapareciesen de este mundo para siempre y por ello traemos sus voces al presente: "No muero por criminal, ni ladrona, sino por una idea", dijo Dionisia Manzanero Salas, o las palabras de Blanca Brisac Vázquez a su hijo Enrique, "Muero con la cabeza muy alta", o la petición de una adolescente, Julia Conesa Conesa, "que mi nombre no se borre de la historia".
Esta preciada herencia sirvió de base para sacar a luz un episodio sobre el que no se había escrito prcticamente nada. En el año 1985 el periodista Jacobo García investigó el tema, en el 2003 el escritor Jesús Ferrero escribió la novela "Las Trece Rosas y en el 2004, el escritor Carlos Fonseca trabajó y se documento durante dos años para finalmente publicar la novela "Las Trece Rosas Rojas". En otros ámbitos artísticos como el cine, Emilio Martínez Lázaro dirigió en el 2007 la película Las Trece Rosas, el autor del guión fue el escritor zaragozano Ignacio Martínez Pisón, también desde otras esferas del Arte y de la Cultura, el documental, el teatro, la danza contemporámea, el vídeo, la performance, se plasman acciones desde una perspectiva histórico-artística que evidencian el estrecho vínculo entre ambos lenguajes confiriendo al arte un reconocimiento y entidad en la transmisión, difusión y comprensión de los hechos históricos. En nuestra tierra, en Zaragoza, el grupo de Rock Vinos Chueca editó en el año 2005 la Canción "Trece Rosas" dentro del disco "Gente que no sabe nada de la vida" con letra de Fernando Bastos.
En estos anhelos de restauración y con el deseo de contribuir a la dignificación y recuerdo de su memoria, decidimos sumarnos a los homenajes existentes y ahondar en la relación entre Arte e Historia por lo que diseñe y coordiné los actos ENCUENTROS / Es Tiempo de Memoria / Las Trece Rosas / que tuvieron lugar los días 28 de Enero y 6 de Febrero de 2016 en el Centro de Historias y en el Centro Especial de Música armenia de la pianista Nairi Grigorian, con la colaboración de profesionales del Arte y de la Cultura, la adhesión y apoyo de Colectivos y Asociaciones aragones@s , el ánimo y solidaridad de gentes de otros lugares,y la asistencia y el entusiasmo de más de trescientas cincuenta personas que acuieron a los eventos.
Es tiempo de MEMORIA como reza el vídeo, de las Trece Rosas, también de acción y de justicia, este es el mensaje que queremos transmitir a través del vídeo/art y del conjunto de acciones dedicadas a estas mujeres. El proyecto se inició en el año 2015, (por la artista visual Pilar Catalán con recogida de datos históricos y poéticos) y la elaboración de más de ciento cuarenta imágenes destinadas a un audiovisual. Se incorporan al Proyecto la artista de teatro María José Moreno, la pianista Nairi Grigorian, el realizador Miguel Loren y casi cincuenta personas del ámbito del Arte y de la Cultura que han contribuido generosamente con sus escritos, cartas y telegramas, y su colaboración y adhesión a las diferentes actividades y propuestas.
Se ha realizado una edición del audiovisual de 100 ejemplares, firmada y numerada.
Os presentamos los actos realizados en su Memoria:
Día 28 de enero
Es Tiempo de Memoria/Las Trece Rosas
Diseño y Coordinación:
Pilar Catalán, Artista Visual
Presentación del Acto:
Natalia Casaús, Directora del Instituto Aragonés de la Mujer
Audiovisual/Olvido Pertinaz:
Imágenes, Pilar Catalán
Voz, María José Moreno
Interpretación musical, Nairi Grigorian
Textos, escritores, artistas, visuales, políticos, ciudadan@s
Performance/Aromas de Deseo.
Juventudes Socialistas y Juventudes Comunistas de Aragon.
Encuentros/Que mi nombre no se borre de la Historia
Mesa debate
Presenta y coordina Pilar Catalán
Ponentes
Rosa Cenarro, Historiadora,
Cristina Pemán, Periodista
Josefina Musulen, Presidenta de la Asociación Amparo Poch
Día 6 de Febrero
Concierto Petálos
Nairi Grigorian, Pianista
Felix Villaverde, Tenor
La justicia poética debe de ir acompañada de la Acción política y Social orientada abandonar "el Pacto del Silencio y del Olvido" y hacer justicia a los miles de español@s maltratados y asesinados por la Dictadura del régimen de Francisco Franco. La recuperación de la MEMORIA HISTÓRICA es una obligación de tod@s los demócratas con aquellas personas que tan generosamente sacrificaron su vida por sus ideales y por un mundo mejor.
En el tema de las publicaciones, la "Asociación Erial Ediciones" y la "Revista Crisis" se implican estrechamente en el Proyecto, fruto de ello es la publicación en el número 9 de la Revista Crisis de todos los telegramas, cartas y escritos existentes y que mostramos en este blog. Con este motivo organizamos en el Teatro Romano la presentación de la misma, por parte de Fernando Morlanes, Director de la Revista Crisis, Eugenio Mateo, subdirector, Pilar Catalán, Consejo de Redacción y el Crítico de Cine Roberto Sánchez.
Se procedió a la lectura de textos sobre las Trece Rosas por la artista María José Moreno, cerrando el acto la actuación del Grupo actoral de la Sala en Blanco, Carmina Martín, Mery Abril, Fernando Escudero y Antonio Megén, recogiendo así la esencia del Proyecto.
Nuestro agradecimento al periodista Antón Castro por el seguimiento y publicación del programa de eventos en Memoria de las Trece Rosas en el Heraldo de Aragón (enero 2016) y al escritor Juan Dominguez Lasierra que escribió la reseña sobre el Acto del Teatro romano subrayando el acto de las Trece Rosas.(Heraldo de Aragón)
Y termíno este escrito con un sueño, el telegrama de Pilar Pastor, Responsable de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza. "Ayer 28 de diciembre de 2025 le estaba ayudando a mi nieto hacer los deberes y me emocioné al llegar a la página 54. Allí estaban ellas, las Trece Rosas, su historia, su generosidad, su valentía". ¿Sólo ha sido un sueño?
Las SENTIMOS en los escritos de
Nivaria Tejera, novelista y poetisa cubana
Espero la noche
para soñarte,
Revolución
Yo espero la noche para soñarte, revolución.
En cada espacio de sombra más allá de los ojos, en la que éstos se extienden a
no dormir, tu sueño reaparece.
Y esta sombra proyecta la cámara refringente a un abismo mayor en el que los
sentidos apresados se despojan de sus relieves diseminándolo, tanteando así un
reposo al planeo de tu persecución.
Y la pesadilla de lo que fuera un sueño apunta con su discóbolo de Mirón y da
de lleno en mi traza.
Y una avalancha de ceniza se cierne sobre ella".
Javier Delgado
ROSALEDA EN SUS TRECES
LA ROSALEDA EN SUS TRECE
Rosas entre rosas érais las trece, /
o trece mil, o ciento treinta mil, o más, /
por toda España. /
!Qué ilusiones, qué vidas /
entregadas como ramos de rosas, encendidas, inacabables!//
Hoy florecéis una vez más, /
y hoy entre rosas. /
Mirad: junto a vosotras /
centenares de rosas abren sus cálices./
¿Escucháis ese canto coral de sus corolas? /
Percibís su caricia perfumada? /
¿Palpáis la lenta tenacidad de sus raíces? /
¿Sentís el rumoroso deambular de las aguas? /
La sombra de los árboles, los gatos, los pájaros, los niños/
los ancianos, las parejas, las palabras, el silencio,/
los besos...../
Todo es bueno aquí para vosotras./ Disfrutadlo.//
Los cipreses os guardan /, no temáis /:
los cipreses no matan:/
En esta rosaleda estáis/rosas con rosas,/
entre vuestras hermanas./
Estáis con la icebeg, con la Banksiae,/ la Camelia, la Landora, la Kordex,/ la Queen Elizabeth, la Chrisler imperial, la sevillana....../
Ahora vuestros nombres/ se suman a los suyos /
y son ya trece nombres de rosas,/
nombres inolvidables.
Aquí en la Rosaleda/
fundás la libertad universal./
Aquí disolveís los muros de las cárceles,/
Hacéis ahora del planeta un gran jardín./
una galaxia rosaleda/
más roja que nunca,/
con la que desdecís y vencéis,/
rosas radiantes,/
a esos malditos que ayer os fusilaron.//
Desde el siglo XX
Cartas desde el siglo XXI
Gabriela Sierra, Licenciada en Historia y documentalista
Las
Trece Rosas, así os llamaron por una poética negra que os llevó a lo mas oscuro
de las tapias del cementerio de la
Almudena de Madrid de donde nunca más despertasteis. Trece
Rosas Rojas como el color de vuestro sentido de la Justicia, de la igualdad y
al fin y al cabo de vuestra ideología. Esa ideología que buscaba la justicia,
la igualdad y la fraternidad
Trece
Rosas fuertes, sensibles, comprometidas, mujeres que, como si de una alegoría
se tratara representabais a la República, esa Republica doblegada por la
barbarie, la rigidez, la falta de empatía, que dejo llenas de lágrimas las
cunetas y las tapias de nuestro país.
No
fuisteis las primeras en probar la locura de un régimen que se imponía por la
fuerza, pero fuisteis el símbolo de que
la violencia no entiende de edad, sexo ni humanidad.
Desde
este rincón creado para vuestra Memoria, queremos lanzar a la historia, al
arte, a la vida, el reflejo de vuestro camino por este sin sentido que se
cernió sobre vuestras cabezas como si de un águila negra se tratara.
Desde
los valores opuestos a los que os borraron de la vida, queremos poner en el
recuerdo, humanidad, sensibilidad, amor y memoria, aquella que fue borrada
durante cuarenta años, aquella que fue silenciada por las armas y la incultura.
Frente a
la negritud creada por este caos, que pretendía implantar el orden, su orden,
queremos recordar la luz que creasteis con vuestros sueños, vuestra juventud y
vuestra fuerza de vida. Esa luz llena de amores, de utopías, de esperanzas, esa
luz impulsora de las nuevas sociedades, libres, inclusivas, jóvenes, llenas de
proyectos de regeneración, de vida. Trece vidas a las que os quedaba todo por
experimentar y tan solo tuvisteis la oportunidad de conocer el ocaso del día, el crepúsculo de la vida.
Jóvenes
que navegasteis por un ambiente sin oxigeno, asfixiante, con olor a
muerte, a ricino, a
escarnio de cabezas rapadas. Vosotras superasteis todo este estado de muerte de la esperanza
con vuestra camaradería, vuestras risas, vuestros cantos, vuestra sororidad.
Esto es
lo que las mujeres del siglo XXI hemos aprendido de vosotras, hermanas. Esa
lucha, esa fortaleza, esa esperanza por saber que la utopía es posible.
Allanasteis nuestro camino hacía una libertad en la que podemos seguir luchando
por un mundo más justo, más igualitario. Esa idea es la que todas las noches
nos arropa al entregarnos al sueño de Morfeo y el amanecer nos preludia para
impulsarnos cada día.
Solo
quiero recordar esas palabras de aliento con las que os despedisteis, palabras
de mujeres fuertes, porque Dionisia no moriste por “criminal ni ladrona, sino por una idea”,
Julia, tu madre sabe que lo hiciste “por persona honrada”, Blanca también “por ser buena”, por ese valor que trataste
de inculcar a tu hijo pidiéndole que no guardara rencor “a las personas que dieron muerte a tus padres, eso nunca”.
Por
todos estos valores, por los que luchasteis y que fraguasteis en nosotras, vuestros nombres
quedarán en el recuerdo, Carmen, Martina,
Blanca, Pilar, Julia, Adelina,
Elena, Virtudes, Ana,
Joaquina, Dionisia, Victoria,
Luisa. Porque vuestros nombres,
Julia, nunca podrás ser borrados de la historia.
Amparo Bella, Liccenciada en Filosofia y Letras.
Diputada en las Cortes de Aragón por Podemos.
13 Rosas para 13 mujeres asesinadas por pedir el pan y las rosas. Trece rosas que encarnan el despertar de la lucha y la resistencia en un mundo de violencia y muerte, en un mundo dominado por los padres de la casa y de la patria.
La exigencia del pan simboliza el cuidado y sostenimiento de los derechos sociales y las rosas simbolizan la vida sin violencias y los beneficios de la cultura y del arte. Trece mujeres en la flor de la vida que, posiblemente, distribuyeron pasquines el día del desfile de la victoria fascista en 1939, con la frase "Menos Viva Franco y más Pan".
Después de tantos años de represión, nuestra transición se construyó sobre un pacto de silencio, sobre la negación de los crímenes, sobre el falso mito de dos Españas, arreglando cuentas y matándose a mansalva. Hoy sabemos que esto no es cierto, sabemos que si un grupo de conspiradores militares, sostenidos por poderes oligárquicos, hubiesen mantenido su lealtad al sistema democrático de la II República, nada de lo sucedido habría ocurrido. La guerra comenzó porque algunos violaron el pacto democrático y la transición a la democracia no hizo justicia con las víctimas.
Ahora, no solo es tiempo de memoria, es tiempo de acción, de lo que podemos hacer para mejorar y cambiar lo que somos. El tiempo ahora, puede restituir con justicia la memoria de todas las gentes humildes y decentes que lucharon para construir un mundo más humano. Trece mujeres fueron asesinadas en el inicio de la posguerra española. Miles de personas fueron "paseadas" y sus cuerpos no tienen un lugar donde las familias y descendientes puedan poner flores para recordar sus acciones.
Ahora que el tiempo nos trae una segunda transición debemos obrar con justicia y reconocimiento y que una nueva ley de memoria ayude a poner los nombres en el lugar que les corresponde.
Por Dignidad y justicia. Pan y Rosas
Publicaciones
REVISTA DE CRÍTICA CULTURAL CRISIS
Nuestro apartado de creación se lo hemos cedido íntegro a Las Trece Rosas reproduciendo los textos que, desinteresadamente, numerosas personas del mundo cultural, social y académico cedieron al acto que por iniciativa de Pilar Catalán se celebró en el Centro de Historias en homenaje a esas trece ejemplares mujeres.
El símbolo de Las Trece Rosas
Fernando Morlanes Remiro
Sé que Las trece rosas no forman parte de ningún mito. No
son el resultado de una mitificación ni de una leyenda ni de una hagiografía.
Son un caso. Una pequeña muestra de una realidad cruel, desgarradora, salvaje,
brutal y manifiestamente irracional que, como única herencia, hemos recibido de
los sangrientos episodios de la Guerra Civil Española y de su terrible
posguerra. Es cierto que ambos bandos cometieron atrocidades sin número; pero
fueron los sublevados, los falangistas, las rencorosas hordas del nacional
catolicismo quienes adoptaron el terror y la violencia como método para
imponerse, no solo al enemigo, sino a toda la población. Así, sin ningún
miramiento, masacraron a gentes indefensas –sobre todo jóvenes-, estuviesen o
no comprometidas con la causa republicana. ¿Pero qué hicieron cuando los
chismosos, los malos vecinos, el rencor de los sublevados, la avaricia... no
encontraron en los pueblos y en las ciudades vencidas a los jóvenes que se les habían enfrentado? Muy sencillo. Se vengaron en sus novias,
en sus mujeres, en sus hermanas y en sus madres. Las mujeres que no estuvieron
en las trincheras (que también las hubo y no pocas) padecieron la contienda y
la represión con más rigor, si cabe, que los hombres. Fueron asesinadas y torturadas,
como los hombres, pero, además, padecieron violaciones, vejaciones y les
raparon el pelo para presentarlas al escarnio público.
Sobre todos estos hechos se tendió un grueso manto de
silencio durante mucho tiempo. Solo, a veces, en las tertulias familiares se
recordaba el sufrimiento de tal o cual vecina, tía o abuela; y, después, otra
vez el silencio.
También el silencio debe encontrar su fin. Y tuvo que
llegar el momento en el que la historia de unas pocas mujeres comenzase a ser
descubierta. Trece mujeres –en realidad, catorce, porque a una la mataron más
tarde- jóvenes e inocentes cuyo único delito fue el de tener ideas propias. La
noticia de esa gran injusticia llegó a la prensa en 1985, después pasó a la
literatura y de allí al cine. Poco a poco fue creciendo y se convirtió en un
símbolo de lucha y sufrimiento. Un símbolo que nos obliga a pensar en miles y
miles y miles de mujeres que víctimas de su inocencia padecieron las
atrocidades cometidas por aquella dictadura brutal y asesina.
Gracias a Las trece rosas, todas las mujeres que
padecieron aquellos negros años están vivas en nuestras mentes. Nuestra es la
responsabilidad de que sus nombres no se borren de la Historia.
Desde ese compromiso, Erial Ediciones, colaboró en la organización
del acto: Es tiempo de memoria. Las trece rosas; y
recogió los textos de las numerosas personas que participaron en el mismo en el
número 9 de Crisis. Revista de crítica
cultural.
En Erial Ediciones, tampoco dudamos en solicitar al
Ayuntamiento de Zaragoza que dedicase un espacio del parque José Antonio Labordeta
a esas trece extraordinarias mujeres.
Y aquí estamos, para decirle a Pilar Catalán, verdadera
creadora de todos estos actos e iniciativas, que puede seguir contando con
nosotros.
En el año 2005 el grupo aragonés de Rock "Vinos Chueca" dedicó a las Trece Rosas una Canción: "Trece Rosas" del disco títulado " Gente que no sabe nada de la Vida" con letra de Fernando Bastos
Trece Rosas
Eran casi adolescentes
Acusadas de indecentes
Fueron sin más detenidas
Por ser rojas de familia
Por andar con milicianos
O por hacer contrabando
De esperanza
Ni siquiera las juzgaron
A todas las condenaron
Al brutal fusilamiento
Para dar un escarmiento
Con su danza
Las llevaron a Capilla
Antes de la luz del día
Algunas se confesaron
Otras solo blasfemaron
Las pusieron en la Tapia
Llenas de miedo y de rabia
Y de impotencia
Se agarraron de las manos
Sonaron los disparos
Hay quien dice que lloraban
Los mismos que las mataban
De vergüenza
Que hoy quisiera con mis
dedos
Arrancarles todo el plomo
Y decirles que fue un sueño
Pero no me sale como
Trece Rosas, Trece Besos, Trece Rosas
Que hoy quisiera con mis
dientes
Escarbar el cementerio
Y decirles que despierten
Pero también estoy muerto
Trece Rosas, Trece Besos, Trece Rosas
Hubo hasta Tiros de Gracia
Rematando la matanza
Después algunos parientes
Entre los cuerpos inertes
Dieron gritos y desmayos
Sangre mezclada con llanto
Y con enojo
Entro un hombre por la puerta
La mitad de su alma estaba
muerta
Y fingiendo que rezaba
A una de ellas susurraba
Que Viva Socorro Rojo
Que hoy quisiera con mis
labios
Besarles las calaveras
Y decirles venga vamos
Pero no encuentro la manera
Trece Rosas, Trece Besos, Trece Rosas
Que hoy quisiera con mis
canas
Hacer trucos con el tiempo
Y decirles hola guapas
Pero dicen que no puedo
Trece Rosas, Trece Besos, Trece Rosas
Escritoras anarquistas
La
palabra como semilla de rebelión.
Laura Vicente
ENTRADILLA: Durante el período de la
II República y la guerra civil destacaron mujeres escritoras de tradición
anarquista. Un ejemplo notable fue Lucía Sánchez Saornil.
No dominar
la lectura y la escritura era percibido por las clases trabajadoras como una
carencia; el anarquismo batalló para llenar ese vacío
La II
República fue un importante momento de visibilidad de las mujeres en la esfera
pública
En el siglo
XIX, cuando arraigó el anarquismo en España, existía una división que tendemos
a olvidar: la frontera entre la escritura y la oralidad. La escritura
marcaba una diferencia de clase: se abría una brecha entre hablantes y
escribientes, iletrados o letrados. No dominar la lectura y la escritura
era percibido por las clases trabajadoras como una carencia; el anarquismo
batalló para llenar ese vacío. Algunos/as anarquistas sabían leer y escribir, pero
su mundo era el oral; quizás por ello daban tanta importancia a la palabra
escrita como semilla de rebelión que, si se extendía, podía acabar con la
opresión.
No es raro,
por tanto, la proliferación de escritores/as dentro del mundo ácrata, así como
la fundación de periódicos y revistas, de vida efímera muchos de ellos, pero
que constituían un elemento clave de su idiosincrasia, mucho más que las orsinis o las stars que el poder ha convertido en signo de identificación del
anarquismo. Donde había un anarquista había un periódico y, por tanto,
obreros/as ilustradas.
Un ejemplo de obrera ilustrada es Teresa Claramunt
(1862-1931),
obrera textil cuya formación académica se limitó a los estudios primarios hasta
los diez años y que escribió centenares deartículos en la prensa anarquista; una
obra de teatro titulada El mundo que
muere y el mundo que nace
y un folleto de dieciséis páginas titulado La
mujer. Consideraciones generales sobre su estado ante
las prerrogativas del hombre.
Arlette Farge (2008): Efusión y tormento. El relato de los cuerpos. Historia del pueblo en el siglo XVIII. Katz Editores, Madrid, p. 61.
Laura Vicente
(2005): “Teresa Claramunt. Des de l’altre banda de la ‘perfecta casada’. La dona
sotmesa al ‘tirano de blusa y alpargata’”. Cercles, Universitat de Barcelona,
8. Laura Vicente (2006): “Los inicios del feminismo en el obrerismo catalán. Un
folleto de Teresa Claramunt”. Arenal, 13.
En este
texto, publicado en 1905, sentó los
fundamentos del feminismo anarquista obrerista.
Pero Teresa
destacó sobre todo como maestra en el arte de la palabra oral. De ella decía
Federica Montseny (1905-1994) que tenía una voz impregnante, una voz que atraía
enseguida, Destacaba como oradora por su
fuerza expansiva, simplista, por su simpatía, que atraía las almas.
Federica reafirmaba que Teresa no tenía cultura, no usaba frases floridas, pero
tenía el instinto certero del pueblo.
La propia
Federica Montseny fue otra mujer escritora, con formación proporcionada por su
madre, Teresa Mañé (1865-1939), ya que nunca fue a la escuela. Mañé, amiga de
Teresa, tuvo formación como maestra y es otra de las pioneras del feminismo
anarquista que escribió y dio vida, junto con su compañero Juan Montseny, a una
de las revistas anarquistas más interesante, La Revista Blanca.
Federica fue una destacada dirigente y una de las
intelectuales anarquistas más prolíficas, ya que escribió unos seiscientos
artículos, quince folletos, dos novelas y alrededor de cincuenta cuentos dentro
de las series de La Novela Ideal y La Novela Libre publicadas por la
editorial de La Revista Blanca. Las novelas sociales eran
textos breves que creaban héroes y heroínas de barriada que desafiaban a patronos,
padres autoritarios, caciques o curas. Estas
novelas se introdujeron en los hogares obreros y sus protagonistas formaban
parte de las conversaciones vecinales, sindicales o de los cafés de las
cooperativas, posibilitaban el debate, la exclamación, la simpatía o el odio
hacia personajes y temas conocidos por quienes las leían. Tuvieron un éxito
extraordinario y se llegaron a hacer tiradas de diez mil ejemplares, llegando
algunas a los cincuenta mil.
La II
República fue un importante momento de visibilidad de las mujeres en la esfera
pública como es el caso de Lucía Sánchez Saornil (1895-1970). Nacida en Madrid, con veintiún años ingresó en la
plantilla de Telefónica como operadora y ese mismo año vio publicados algunos
poemas en la revista Los Quijotes. En 1927, ya en la CNT, fue castigada por su actividad
sindical y trasladada a Valencia durante dos años. Despedida antes de la
proclamación de la II República, fue readmitida en octubre de 1936 y estuvo en
plantilla hasta mayo de 1939, cuando fue suspendida al ser depurada.
En Los Quijotes firmaba con el seudónimo
masculino de Luciano de San-Saor. Sus primeros poemas fueron arrebatos
sentimentales de fino lirismo que se podían incluir dentro del modernismo. Eran
poemas amorosos, de un yo masculino, dirigidos a un destinatario femenino que
revelaban una considerable osadía por su concepción sensual y su rechazo del
ideal del amor-pasión.
Lucía Sánchez Saornil (2014): Poeta periodista y fundadora de Mujeres Libres. Introducción y
selección de Antonia Fontanillas Borrás y Pau Martínez Muñoz. Madrid, La
Malatesta, pp. 27-30.
Rosa Maria Martin Casamitjana (1992): “Lucía Sánchez
Saornil. De la vanguardia al olvido”. DUODA,
Revista d’Estudis Feministes, núm. 3, págs. 45-66, p. 48.
En 1918
Vicente Huidobro trajo de París la propuesta del movimiento vanguardista
conocido como ultraísmo: conjunción
de elementos futuristas, dadaístas y creacionistas. En enero de 1919 se
constituyó el grupo y ese mismo mes la revista Cervantes publicó un Manifiesto fundacional, Lucía fue la única
representante femenina.
Su primer
poema próximo a la estética de vanguardia fue publicado en junio de 1919 en la
revista Cervantes. Son versos sin
rima con motivos procedentes de la vida contemporánea preconizados por el
futurismo y alguna metáfora audaz. Lo que no abandonó fue su temática
sentimental (Martín, 1992: 51-52). En sus poemas Lucía ya provocaba una
cierta desestabilización de los estereotipos de género y una dimensión lésbica
que influyeron en su posterior decantación en favor de la emancipación
femenina.
Su
compromiso de clase pronto se amplió con el de género, materializándose en la
propuesta de crear una revista cuyo primer número salió en mayo de 1936 con el
título de Mujeres Libres. Las
fundadoras que, además de Lucía, fueron Mercedes Comaposada (1901-1994) y Amparo Poch (1902-1968), deseaban crear
espacios colectivos para facilitar el encuentro e impulsar la capacitación
laboral y el acceso a la educación de las obreras. Fue ese mismo año cuando se
constituyó la organización Mujeres
Libres
que demostró un grado de conciencia feminista muy desarrollado al cuestionar el
sistema patriarcal y vincular la emancipación femenina con la transformación
revolucionaria, es decir, uniendo lucha de género y lucha de clases. Con una
gran modernidad de planteamientos asentó la libertad femenina a partir del
desarrollo de la independencia psicológica y de la autoestima. De este modo,
las mujeres se convertían en sujetos de su proceso de liberación, que no solo
se basaba en la independencia económica, sino en el empoderamiento y la
afirmación de la personalidad femenina.
Al
producirse el alzamiento militar, miles de mujeres irrumpieron en el escenario
público en defensa de la República y/o de la revolución social. Durante la
guerra las mujeres alcanzaron una visibilidad y un reconocimiento jamás
logrado. Algunas llegaron a desempeñar responsabilidades políticas como fue el
caso de Federica Montseny, primera mujer
ministra en España al ostentar la cartera del recién creado Ministerio de
Sanidad y Asistencia Social. Montseny nombró como colaboradoras a la Dra.
Mercedes Maestre (UGT) en Sanidad y a la Dra. Amparo Poch (Mujeres
Libres y CNT) en Asistencia Social. Cuando esta se trasladó en el otoño de
1937 a Barcelona, fue directora del Casal de la Dona Treballadora dedicado
a la capacitación de la mujer obrera.
Lucía
participó activamente y se involucró en el proceso revolucionario puesto en
marcha con el golpe de Estado y continuó escribiendo poemas como el de Madrid, Madrid, mi Madrid en 1936, poema
incluido en su Romancero de Mujeres
Libres (1938). Estos poemas tenían inferior calidad a los de su etapa
ultraísta; son poemas escritos desde la militancia, a vuelapluma, que buscaban
la comunicación inmediata para exacerbar los sentimientos revolucionarios.
Lucía resistió en Madrid hasta mediados de 1937;
luego se trasladó a Valencia y se integró en la redacción del semanario gráfico
Umbral. Fue en esta ciudad donde
conoció a las hermanas Barroso y una de ellas, América (Mery), trece años más
joven que Lucía, se convirtió en su compañera para siempre (Fontanillas y
Martínez, 2014: 47).
La actividad intensa de Lucía continuó durante el
año 1937, tanto en Mujeres Libres –ya
que asistió y glosó los acuerdos tomados en su Conferencia Nacional donde quedó
constituida la Federación Nacional–, como en su faceta de escritora, por la que
asistió al XI Congreso de escritores antifascistas. El semanario Umbral se trasladó a Barcelona a finales
de 1937 o principios de 1938, y Lucía y Mery marcharon también a esta ciudad.
Igual decisión adoptó Solidaridad
Internacional Antifascista (SIA), que renovó su Consejo Nacional con la
incorporación, entre otros, de Lucía en Prensa y Propaganda. En mayo de 1938
Lucía asumió la función de Secretaria General (Fontanillas y Martínez, 2014:
50-51).
Cuando el fin
de la guerra se aproximaba, Lucía y Mery se trasladaron a Perpiñán brevemente
durante enero de 1939, representando a la SIA; y, expulsada esta en febrero por
el prefecto de la localidad, marcharon a París para continuar con la labor de la
SIA. La entrada de los alemanes en París las expulsó hacia el sur y llegaron a
Montauban a principios de 1940. A finales de 1942 partieron de esta localidad
hacia España por el riesgo de caer en manos de la policía de Vichy o de los
alemanes (Fontanillas y Martínez, 2014: 59).
Se instalaron
en Madrid y se ganaron la vida en trabajos precarios. Lucía estaba indocumentada –así vivió durante
diez años– y era Mery la que daba la cara y entregaba el trabajo. Temiendo ser
localizadas se trasladaron a Valencia en 1944 y cuando Lucía logró tener
documentación trabajó en empleos mejor pagados. La soltería de ambas y el
mantenimiento de su compromiso afectivo y sexual fueron un desafío y un reto
cotidiano frente a la red de delatores e informadores policiales que velaban
por la aplicación de los principios morales del régimen. Pese a ello,
mantuvieron su estilo de vida independiente con empleos remunerados.
Lucía nunca
dejó de escribir versos. En sus últimos poemas hizo balance reconociendo sus
fracasos: “has jugado y perdiste: eso es la vida”; pero a la vez afirmando la
exaltación de vivir y la entrega apasionada a un ideal: “ganar o perder no
importa nada/ lo que importa es poner en la jugada/una fe jubilosa y encendida” .
La
vida de Lucía, igual que la de miles de mujeres comprometidas en el bando
republicano, fue una lucha constante por negarse a la sumisión femenina a
través de sus ideas y su comportamiento. Su compromiso decidido con la
revolución y la emancipación femenina la llevó a ampliar los límites de lo
posible y a soñar con otro mundo posible. El franquismo fue un duro correctivo
para estas mujeres y, aunque mantuvo intacto su modo de vida, en sí heterodoxo,
la desesperanza debió hacer dudar a Lucía de la existencia de ese otro mundo
posible por el que tanto luchó hasta su exilio, exterior primero e interior
después. Quizás por eso, sobre su tumba,
América mandó escribir: “Pero… ¿es verdad que la esperanza ha muerto?”, primer
verso de Sonetos de la desesperanza.
Luz Sanfeliu Gimeno (2010): "Lucía
Sánchez Saornil; una vida y una obra alternativas a la sociedad de su
tiempo", en VV.AA.: Granada, treinta
años después: aquí y ahora. Granada. Edita Coordinadora Estatal de
Organizaciones Feministas, 2010, pp. 535-541. Consultado por internet, p. 6. http://www.feministas.org/IMG/pdf/Mesa_memoria_franquismo-_Lucia_Sanchez_Saornil.pdf
Publicado en la Revista de Crítica Cultural nº 10
PETICIONES-adhesiones y apoyos
Excmo. Sr. Alcalde de Zaragoza:
Diversas asociaciones y entidades de Zaragoza cuya relación verá en el anexo que se acompaña, hemos tenido la iniciativa de solicitar al Ayuntamiento de esta ciudad, de la cual somos vecin@s, el que una de nuestras calles, plazas, parques o glorietas lleve el nombre de "Las Trece Rosas.
Un lugar que nos parece muy apropiado para rendir homenaje a estas mujeres es una de las glorietas de la rosaleda del Parque Grande José Antonio Labordeta, ya que se trata de un espacio que nos permitirá nombrar a cada una de forma individual y plantar rosas como recuerdo y reconocimiento hacia ellas.
Como Ud. ya sabe “Las Trece Rosas” fueron trece mujeres jóvenes, Carmen Barrero Aguado, Martina Barroso García, Blanca Brisac Vázquez, Pilar Bueno Ibáñez, Adelina García Casillas, Luisa Conesa Conesa, Virtudes González García, Elena Gil Olaya, Anita López Gállego, Joaquina López Lafitte, Dionisia Manzanero Salas, Victoria Muñoz García, Luisa Rodríguez de la Fuente, con edades comprendidas entre los 18 y 29 años, pertenecientes a las Juventudes Socialistas Unificadas, que murieron asesinadas el día 5 de agosto de 1939 por el régimen fascista de Francisco Franco. Sus anhelos de libertad, coraje, nobleza de corazón y serenidad ante la muerte expresan la fuerza imbatible del espíritu humano que habitaba en ellas.
Eran mujeres valientes que luchaban por un mundo mejor para tod@s y que un país democrático como el nuestro no debe olvidarlas para que estos hechos no vuelvan a suceder. Como dijo una de ellas, Julia Conesa Conesa “que nuestro nombre no se borre de la historia”.
Le adjuntamos un breve informe con la historia de estas jóvenes recogida por Jacobo García, Jesús Ferrero, Carlos Fonseca y Ángeles López en los años 1985, 2003, 2004 y 2006, respectivamente, y que fue origen de una película en el año 2007 con guión del escritor zaragozano y último Premio Nacional de Narrativa Martínez de Pisón. También varios grupos de música las han recordado en sus composiciones, entre otros el grupo de rock zaragozano “Vinos Chueca” que en 2005 publicaron la canción "Trece Rosas".
Recientemente, los días 28 de enero y 6 de febrero de este año 2016, organicé unos actos de recuerdo y homenaje a ellas, cuyo programa le adjuntamos, y a los que acudieron numeroso público, muestra del interés y la solidaridad que estas mujeres representan.
Además de las numerosas razones que avalan por si mismas la solicitud, queremos añadir una más: la baja representación femenina en el callejero de nuestra ciudad, que escasamente representa un 13% (Callejero la Zaragoza de las mujeres. Carmen Romeo Pemán, Gloria Álvarez Roche, Cristina Baselga Mantecón, Concha Gaudó Gaudó. Zaragoza, 2011).
Sin otro particular, y esperando atienda nuestra solicitud, reciba un cordial saludo,
Pilar Catalán Lázaro, artista visual
DNI: 17.792.638.
Dirección. Paseo de Ságasta, 62, 3ºD. Zaragoza
Al EXCMO. SR. ALCALDE DE LA CIUDAD DE ZARAGOZA
A los portavoces de todos los grupos políticos:
- Chunta
Adhesiones y Colaboraciones
María Jesús Bruna, artista visual
Berta Lomba, artista visual
Elena Santolaya. artista visual
Luz Rododríguez, escritora
Espartaco Valero, ingeniero
Manuel Pérez Lizano, galerista
Juan Dominguez Lasierra, escritor
Liliana Cervo, sicóloga (argentina)
Julia Dorado, artista visual
Francisca Martín Cano, escritora
Pilar Catalán, artista visual
Paco Rallo, artista visual
Enma Sopeña, Universidad de Valencia
Pablo Echenique, Podemos Aragón
Pilar Pastor Eixarch, Ayto Zaragoza
Nieves Ibeas, Universidad de Zaragoza
Pilar Viviente, Universidad M. Hernández
Amparo Bella, Diputada por Podemos
Maribel Loren, artista visual
Gabriela Sierra, historiadora
Encarnación Ferrer, escritora
Columna Villaroya, fotógrafa
Rosa Gimeno, artista visual
Silvia Castell, artista visual
Sergio Abrain, artista visual
Pilar Catalán, artista visual
Miguel Angel Gil, artista visual
Fernando Morlanes, director Revista Crisis
Viky Calavia, documentalista
Cristina Marin Chaves, petróloga
Revista de Crítica Cultural Crisis
Fernando García, Justicia de Aragón
Coordinadora de organizaciones Feministas
Izquierda Unida de Aragón
Partido Socialista de Aragón
Asociación literaria Fernando el Católico
"Callejero" La Zaragoza de las mujeres"
Clásicas y Modernas, P. Laura Freixas
Intituto aragonés de la Mujer
Con estos apoyos, y otros más que se sumaron, hemos conseguido que una Glorieta lleve el nombre de Las Trece Rosas.
El día 25 de septiembre a las 11.00h. en el “Parque Grande José Antonio Labordeta” veremos cumplido un sueño. Pedro Santisteve, Alcalde de la Ciudad de Zaragoza inaugurará una Glorieta con los nombres de las trece rosas: Ana, Adelina, Blanca, Carmen, Dionisia, Elena, Joaquina, Julia, Luisa, Pilar, Martina, Victoria y Virtudes.
Segundo Encuentro 2017
Con:
- "EL GRUPO DE LAS TRECE ROSAS"
-Natalia Salvo Casaús, Directora Instituto aragonés de la Mujer
-Fernando Rivarés. Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza
-Todas las personas que han apoyado y apoyan el Proyecto de Las Trece Rosas
Lectura de Textos y Música
Tercer Encuentro en la Glorieta
Niña, niña que riegas la albahaca
¿ Cuántas hojitas tiene la mata?
Niña, niña que riegas la albahaca
¿Cuántas hojitas tiene la mata?